maiatza 15, 2013

MONDRAGON, EN CADA CASA UN LADRON


Arrasate, 1905 inguruan

Zenbat aldiz egin behar izan diogu aurre goiburuko esaerari?  Txantxa izan da sarritan erantzuna – gehien bat inguruko herrietan baina baita haratago ere- solaskideari nongoak ginen azaldu bezain laster. Miguel Madinabeitiak gai honetaz idatzi zuen 1886ko abenduan, El Noticiero Bilbaíno egunkarian.  Artikuluaren hasieran dioenez, inork gutxik gogoratzen zuen esaera XIX.aren amaieran, baina errealitatea da XX-an behintzat bizirik irauten zuela. Demaiogun hitza Madinabeitiari:
 
“Utsa urrian, como con inimitable gracia dicen en Eibar cuando se ha dado importancia a una cosa que no la tiene: así yo me propongo vindicar un epigrama de mal gusto, cuando ya se halla gastado y nadie se acuerda de él.
Allá cuando yo era chico y comencé mis primeras escapatorias a Aramayona por las fiestas de San Martin, y a Arechavaleta por las de San Roque, rara vez salía libre del sarcasmo de alguna viejecita que me regalaba el oído con aquello de: en tu pueblo robaron los calzones al rey: Mondragón, cada casa un ladrón, haciendo yo coro con las coletas  “en casa del alcalde, hijo y padre; en la del cura, hasta la mula; y en la del alguacil, hasta el candil” adoptando esta actitud, no por temperamento sino por mantenerme en la benevolencia y dilatar todo lo posible la hora en que los chicos del pueblo nos lanzaran a pedradas a los del pueblo distinto, como fin y postre de las fiestas en aquel tiempo.
Dolara notarioaren sinadura
Algunos años después, cuando mi destino me proporcionó la ocasión de remover papeles viejos, tomé con verdadero empeño el averiguar qué había de cierto acerca del estigma que acompaña  al nombre de mi pueblo, porque sabido es que no hay máxima, axioma, epígrama, refranes ni proverbios que no tengan su orígen y parte históricas. De mis investigaciones no saqué otra cosa sino que hubo reyes antiguos y modernos que transitaron por este pueblo, y algunos que pernoctaron en él, sin que dejaran noticia de haberse dejado robar.
Esta opinión era rebatida tenazmente por un señor notario, una cosa así como el escribano de Garagarza que nos pinta Becerro de Bengoa en una de sus preciosas leyendas: hombre celoso en el cumplimiento de su deber, algo corto de tijera, como yo, pero que me llevaba quince y raya en la credulidad, puesto que aseguraba que el robo de una maletita de ropa al rey era un hecho y que el sumario a consecuencia  instruido se llevó al archivo de Simancas, donde decía que existe. No hay que demostrar que ante una afirmación tan rotunda y más en boca de notario, dí asenso a esa tradición como si fuera artículo de fé” 

Madinabeitiak ez digu notarioaren izena ematen baina Juan Jose Dolara Sologaistoa delakoan nago. Arrasateko notarioa izan zen urte luzez eta jubilatu ondoren Gasteizera aldatu zen bizitzera eta bertan hil zen, 1873ko azaroaren 12an. Hain justu, Madinabeitia udal zerbitzutik kanpo geratu zenean. Segitzen du arrasatear udal idazkariak:

 “En esto llegó el verano del año 73, y las autoridades carlistas me dejaron de patitas en la calle por el enorme crímen de haber jurado la Constitución del 69 sin salvedad, y por el no menos enorme crímen de haber empuñado un fusil de nacional (sacrificios estériles que al fin no me han servido para librar a mis hijos de quintas) y para suavizar las asperezas de mi nueva situación recurrí a mis mejores amigos que tengo, que son mis libros, y en el primero que acerté a leer descubrí el orígen del feo e injusto adagio que persigo.
¡Rara coincidencia! Por aquellos días falleció en Vitoria el bueno del Notario, cuya muerte me causó doble sentimiento, porque después de todo me privó del gusto que hubiese tenido de darle un solemne mentís acerca de la creencia que había acariciado toda su vida y me había hecho a mí deglutir como píldora amarga.

El origen del epigrama de que me ocupo es tan antiguo que se remonta al año de 1236, y no tuvo ni tenía nada que ver con Mondragón, porque hasta 24 años más tarde seguía este pueblo con su primitivo nombre de Arrasate. Es un episodio de la guerra de cristianos contra los moros, acaecido en Malagón, pueblo perteneciente hoy a la provincia de Ciudad Real, reinando en Castilla y León el rey D. Fernando III el Santo” 

Eta, hain zuzen, Madinabeitiak dioen moduan, literaturari jarraikiz Malagon herriari aplikatu zitzaion adagioa.  



Malagón
 Baina ez dago gertaera errealean oinarritua, arrasatear kronistak uste bide zuen  bezala. Istorioa Mateo Alemanek  (Sevilla, 1547) idatzitako “El pícaro Guzmán de Alfarache” obrarako asmatutakoa da. Eta Malagonetik Mondragonera? …  Aipatu obra horretan ez zaio Fernando III erregeari ezer gertatzen bere galtzekin. Esaera beste testuinguru batean jartzen da, hain zuzen Malagongo alkatea eta semea lapur antzean ari baitziren.  “Malagón en cada casa un ladrón, y en la del alcalde quedan hijo y padre” idatzi zuen Alemanek. Beraz, Madinabeitiak ez zuen frogatu Mondragón herriari ezer leporatzearen errakuntza.  Orduan, galderak bizirik segitzen du: lapurtuko ote zioten erregeren bati  galtza Arrasaten? Egongo al zen zuzen Dolara notarioa?

4 iruzkin:

  1. ....zalantzarik ez dago (gaur egun)

    Zarzuelan dira lapurrak, edota pedralbesen....

    urdangarin qatarrera dijoa,

    "a la tierra de alibaba y los 40.....mmm 41 ladrones"

    egun on

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  2. Irakurle zintzo eta goiztiarra! Lapur handiak, gainera!! Ongi ibili.

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